Siempre cuando nos toca dar un tratamiento a nuestra mascota, se nos presenta un gran dilema. Independientemente del tamaño o el sabor, las mascotas son, por lo general, reacias a tomar medicamentos. Por lo tanto, hay que utilizar el ingenio para que no se pongan nerviosos o escupan la píldora. Es importante mantener la calma y tomar este acto con actitud positiva, pues reprender al animal no cambiará su actitud de rechazo.
1- Alimento húmedo: pastilla disfrazada
Una de las opciones es mezclar la pastilla entre su comida del día. Los alimentos húmedos suelen ser más beneficiosos para obtener buenos resultados. Entre otras cosas, porque tienen mayores aromas, los perros los comen con velocidad y es probable que no detecten a tiempo la trampa. Es necesario estar atentos para comprobar que hayan ingerido la pastilla.
2- Pastilla triturada: el condimento para su carne
Una receta que sea de su agrado puede convertirse en tu mejor aliada. Prepara ese menú especial y cambia su condimento por el polvo de la pastilla triturada.
3- Un refuerzo positivo: dar una pastilla masticable
A los perros les encanta compartir juegos y entrenamientos con sus amos, mucho más si al finalizar recibe un premio. Existen en el mercado una variedad de medicamentos para mascotas entre las cuales se encuentran las pastillas masticables con sabor. Puedes intentar dar una pastilla a tu perro como una golosina y quizá con la emoción del momento la trague en el instante.
4- Pastilla en boca: cuidado y tolerancia
Si decides no utilizar los alimentos ni otros métodos para dar una pastilla a tu perro, debes tomar la iniciativa y el control. Abres su boca con firmeza y cuidado de no lastimarlo, colocar la pastilla al fondo de su boca y lo inclinas hacia atrás. Es fundamental ubicar la pastilla en el lugar correcto porque de lo contrario la escupirá. Si lo hace, vuelve a comenzar con el procedimiento sin perder la calma.
5- La jeringa: para los perros más rebeldes
Cuando no encuentras una forma válida para dar una pastilla a tu perro, recurre a una jeringa sin punta. Trituras la píldora y la mezclas con un poco de agua que colocarás en la jeringa. Con ayuda de otra persona, sostienen a la mascota y le introduces el líquido. Mantienen cerrada su boca con la cabeza levemente inclinada hacia atrás, para asegurar que no queden restos para escupir.
¿Cuál de estos métodos te da mejor resultado para dar los medicamentos a tu perro? ¡¡¡ Cuéntanoslo !!!!
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